29/5/09

TEORIA Y ANALISIS DEL DISCURSO


CASOS


El Discurso de las Fuerzas Armadas, como medio de represión al comunismo; Carta de Juan Bosch, al pueblo dominicano desde el Palacio Nacional, después del golpe de estado a su gobierno; Discurso de Manolo Tavares Justo, en el Aniversario de la Gesta del 14 de Junio de 1959, pronunciado el 14 de junio de 1963.

Temática de los Textos:

Empezando por el Discurso de las Fuerzas Armadas, el cuerpo de militares que firman el discurso, supuestamente hablan de un “Estado de Derecho”, para preservar el orden y conseguir la unidad nacional, con la intención de salvaguardar la paz y los derechos del pueblo, pero al mismo tiempo acometen una discriminación con el Movimiento 14
de Junio, cuando introducen la imagen del “Comunismo Internacional”, dándole una interpretación diferente a la realidad. Ven al Movimiento 14 de Junio como el protagonista del desmoronamiento del pueblo y como el principal precursor del comunismo en el país. Este es el modelo militar que de manera agresiva, impulsiva y represiva promueve al golpe militar y la violencia, sin ningún tipo de ataduras. Del otro lado vemos el enjuiciamiento de Juan Bosch a la Fuerzas Armadas, que observando las actitudes de las Fuerzas Armadas, escribe una Carta desde el Palacio Nacional al pueblo dominicano, en su condición de exiliado, dejando al pueblo un mandato cuando dice: “ni vivos ni muertos”, dejaremos de practicar nuestra conducta. El protagonista de la agresión, que es la Fuerzas Armadas se mueve en medio de la República Dominicana, promoviéndose de una forma agresiva y represiva, dando una idea perfecta del militarismo del postrujillismo y con ambición de continuar en el poder, pero quienes reciben este mensaje son los hombres de las Fuerzas Armadas, y se adelantan a mantenerse en alerta para que cualquier acción de los jóvenes del Movimiento 14 de Junio sea desmantelada.

La Carta escrita por Bosch, es un llamado al pueblo a mantenerse en la posición, aun después de ser derrocado por el gobierno militar, y lo hace con la intención de llamar la atención cuando escribe entre comillas: “Al Pueblo Dominicano” y “Ni vivos ni muertos…. y cierra la carta con su nombre, seguida del lugar que es el Palacio Nacional, fechada con el 26 de septiembre de 1963”. Así entre comillas termina la Carta de Bosch, como mandato y legado a un pueblo que seguirá luchando por mantener su posición en el gobierno, aun después de tener que ir al exilio.

Manolo Tavarez Justo, en su discurso habla de un Movimiento de Liberación Nacional, en todo el recorrido narrativo del discurso, para simbolizar la independencia política y econòmica del país. Usa jergas, latifundios, tipos de palabras dirigidas a un grupo especial de oyente, crea un mundo ideológico en su discurso, donde domina al ser absoluto en su contexto histórico.







AMBITO A QUE CORRESPONDEN LAS PALABRAS.


Es un estilo de palabras usadas por personas del postrujillismo. Unas con ambición de poder y seguir las tiranías a su antojo y otros con el propósito de vivir bajo la democracia, especialmente situación reinante en los países caribeños para la época.

Aunque con poca elaboración literaria, estos discursos se basan en la aliteración de palabras con el objetivo de lograr que las letras sean pegadizas y de fácil acogida al público, tal es el caso del discurso de Manolo Tavarez, dándole un eco a cada palabra pronunciada a través de la repetición, ej.: “Movimiento de Liberación Nacional”, “la Revolución”, “Compañeros”, “Gobierno”, “el Poder”. Con su léxico cargado de modismos populares llenos de frases revolucionarias, obtiene un sentido independentista y liberal. El publico que consumía este discurso pertenece a una época y a un grupo específico, eran mayormente los jóvenes de carácter revolucionario y con tendencias partidarias, contrarias al golpe de estado y de algún modo no tenían ciertas afinidades con el gobierno de Bosch, pero no se puede ocultar que la popularidad de este discurso escaló todas las clases sociales, aunque no con la acogida que tuvo en los partidarios de las revoluciones populares.



CONDUCTAS QUE PROMUEVE EL DISCURSO.



La imagen de las Fuerzas Armadas, somete al Movimiento 14 de junio a la persecución total de la época, bajo el lema “preservar el orden y conseguir la unidad nacional”, que el comunismo internacional pretendía imponer a través del Movimiento de Liberación Nacional, según estas. El llamamiento de las Fuerzas Armadas promete un alzamiento de las tropas revolucionarias. La revolución discriminada, perseguida brutalmente rebajada a la categoría de antisociales, no busca construir un ideal de bienestar solo le interesa el momento de su defensa personal. El revolucionario se siente perseguido y de algún modo quiere recobrar sus ideales por medio de frases y palabras alusivas.

Por otro lado la violencia en la revolución incita a la independencia a la liberación de las fuerzas golpistas a que de algún modo quieren imponerle a las Fuerzas de las Revoluciones. Las letras del discurso de Manolo Tavarez Justo, son una muestra de las vivencias por parte de los Jóvenes Revolucionarios frente a las Fuerzas Armadas de la época, del lenguaje revolucionario, lleno de significado que aluden a las revoluciones cambiantes en contra de gobiernos que profesan la tiranía.

EL MODERNISMO EN LA POSIA CUBANA

“El Modernismo en la Poesía cubana”, según Pedro Henríquez Ureña.
(Santiago Terrero)

Según nos narra Pedro Henríquez Ureña en su ensayo crítico, “El Modernismo en la poesía cubana” con fecha de 1905, dice que Marcelino Menéndez Pelayo, critico de la literatura española e hispanoamericana, miente en su prólogo a la “Antología de Poetas hispano-americanos, de 1893, cuando éste decía que la literatura cubana era la menos influenciada por el modernismo de la literatura española y que Menéndez Pelayo lo hacía quizás porque sentía resentimientos o enojos por tradiciones ideológicas con la literatura cubana.

Aclarando lo anterior Pedro dice que la literatura cubana es la más española de todas las cis-atlánticas o sea que la literatura cubana llega más allá del atlántico.

Decía que en los años anteriores a la ultima guerra cubana, poetas pocos conocidos para la época como José Martì, Julián del Casal, Nicolás Heredia, Manuel de la Cruz, poseían un verdadero espíritu modernista y que por ser partidarios de la revolución cubana, no fueron estables ni permanecieron mucho tiempo en su país. Aunque después de lograda la independencia cubana, durante su corta presencia de éstos se formaron algunos discípulos sobresalientes, pero no con la calidad descriptiva y versificadora de Julián del Casal y José Martì.

Pedro dice que la causa que influye en la casi extraña y total desaparición del estilo modernista en la poesía cubana es que los libros se publican de tarde en tarde o sea de vez en cuando o a veces y donde las revistas son exiguas, o sea que son insuficientes, escasas y reducidas. Donde la influencia modeladora ejerce epiritu peninsular o sea que la literatura cubana debía hacer cambio de acuerdo a lo establecido en los parámetros de la literatura española.

Dice que no hay otra causa que la influencia pervadente, participo presente de pervadere (italiano), que en español significa difundirse, extenderse por, penetrar de la literatura española como la moderadora de la desaparición del estilo modernista en la poesía cubana.

Pedro admira la capacidad creadora de Julián del Casal y José Martì que junto al nicaragüense Rubén Darío y el mexicano Manuel Gutiérrez Nàjera, fueron los iniciadores del modernismo en la poesía americana. Donde Julián del Casal, pesimista o lleno de imperfección, juzgando las cosas por el lado mas desfavorable, no era un maestro de ideas, estaba limitado a la enseñanza, pero digno de admiración, con una narración descriptiva y un arte de versificar rítmico, dejó un grupo reducido de discípulos que jamás lo igualan en calidad, fueron estos las hermanas Juanita y Dulce María Borrero y los hermanos Carlos y Federico Uhrbach, quien era un modernista correcto y espiritual, que merece honor por ser el único entre los poetas cubanos consagrados o reconocidos, que sostiene el estandarte de su secta, o sea el único que ha mantenido la insignia de su ideología, seguidos por los poetas René López, con “Barcos que pasan” y Juan Guerras Núñez, con sus poemas “Anhelos”, “Cantábricas”, “Salambò”, y “Tristeza del invierno”. En cambio dice Pedro que a José Martì cabría señalarle un discípulo tras mucha requisa (revista o inspección), que es Félix Callejas, que lo ha imitado con sus poesías, “Cuadro de Sombra” y “Armas y espigas”. En ese mismo párrafo Pedro dice que Marti, cuya figura de apóstol ha eclipsado (ocultación

total o parcial) en Cuba su gran figura de escritor y ha hecho olvidar la del poeta, para referirse que a Marti sólo se le conoce como héroe y no como escritor.

Bonifacio Byrne y Manuel S. Pichardo a quienes Pedro ve con espíritus modernistas, quienes abandonan por el género épico y por el casticismo respectivamente, dejando a un lado la poesía cubana. Pedro termina diciendo que la poesía cubana puede ser anticuada por su estilo, pero que las ideas siguen fluyendo y que están bien definidas, con una filosofía avanzada, donde las nuevas generaciones traerán un caudal de ideas y cosas significativas a la nación cubana.







































18 de marzo de 2009